Blenheim es la Mendoza neozelandesa. Agrupa varias de las bodegas y viñedos más populares y, junto a esto, degustaciones, por supuesto.
Ya el chofer del micro me había avisado que podía recorrer las bodegas en bicicleta, que era al pedo pagar 40-45 NZD por un tour que te llevaba en combi, si, de todas maneras, la mayoría de las bodegas ofrecían tours o degustaciones gratis. Así, junto a mi cocodrilo, decidimos alquilar una bici.
Blenheim me sorprendió por su gran zona comercial. Grandes cadenas comparadas con Jumbo o Easy, en diferentes edificios - nada de que compartir locación como en Arg. Variados comercios copando el centro, cafés. Pensé “bueno, no debe ser tan chica como pensaba”. Entendamos que Dunedin, siendo la 3ra ciudad más grande de NZ alberga 110 mil habitantes aprox. Y Blenheim ni siquiera es mencionada demasiado en los circuitos turísticos. Es cierto que los kiwis tienen otra economía y sentido de la construcción. El pueblo más chico tiene comercios que podríamos ver en Adrogué o en Lomas de Zamora, todo para un puñado de habitantes. Por supuesto, la economía en NZ es de una extensa clase media, eso afecta el consumo. Pero igual, imaginate tener un Jumbo en Longchamps. Longchamps tiene como 50 mil habitantes por si sola, pero no encontramos ni la mitad de infraestructura que en estos pueblos.
Bien, Blenheim, entonces, calculaba debía tener unos 50 mil…ponele. Cuando voy a la casa de bicicletas, le pregunto, de curioso, al flaco cuántos habitantes tenía. “24000 aproximadamente” me dijo!... 24 mil! Trulé, por supuesto. Mis matemáticas se fueron al tacho al tratar de entender cómo semejantes cadenas podrían sobrevivir con sólo 24 mil personas. De nuevo, es como tener Frávega, Falabella, Jumbo y Easy, todo en Longchamps, PARA Longchamps y Burzaco, ponele. No mucho más. Porque los pueblos están medio distanciados unos del otro. Y, en el siguiente, es probable que encuentres otras sucursales. Ok, no son taaaan grandes (ahora que me pongo a pensar), pero no son los mercaditos a los que estamos habituados. Los Disco son chiquitos, para tener una idea.
En fin, así salí con mi bici y con mi mapa.
Pedaleando pedaleando, llego a un punto que era como el fin de Blenheim. Paro, observo…y, claro, de la emoción de pedalear reflexionando sobre la vida, un Malayo que conocí en el hostel y un par de suecas que se partían, me pasé para el carajo. Tuve que volver sobre lo andado.
El Malayo, un tipo interesante. Primero que tenía cara de Mexicano/Peruano. Al verlo de una le pregunté si era latino (y en castellano)…pero no. Me contó que laburaba en un viñedo. Uno de los clásicos laburos que hacen los que vienen con visa de Work & Holidays. Interesado, le pregunté cuál era la modalidad de este laburo de recolección de uvas.
Me contó que le pagaban por planta recolectada.
- Por planta?...Ok, y cuántas plantas hacés por día? – le pregunté.
- Y…4600 en un buen día.
- 460.
- No no…4600.
No lo podía creer! 4600 plantas! Con razón las minitas que estaban ahí se quejaban de que era un laburo duro. La mayoría termina renunciando a los días o a la semana. No duran mucho. Les pagan 3.5 centavos la planta. Así que si no hacen muchas, imaginate que no rinde. Son como maquinitas laburando bajo los rayos del sol. Peeeeero – se creen que la viveza criolla está sólo en Argentina? – a eso le deducen los guantes (les cobran los guantes), un 8% que pagan a impuestos y no sé qué otra cosa más. Suelen laburar desde las 7-8am hasta las 4pm, cuando no es que hay que recolectar más y algunos se quedan. Trabajan subcontratados por una empresa contratista, no es que laburan directo para los viñedos. Pueden, por supuesto, renunciar cuando se les cante, y faltar. Pero, obvio, días que faltan, días que no cobran.
De todas maneras, este Malayo era un tipo interesante. No debía ser ningún pobretón. La hermana se había graduado hacía poco tiempo en la universidad de Christchurch (sabiendo que una universidad acá, para extranjeros, no salen menos de casi 20 lucas anuales), la otra hermana, también universitaria (creo q estudió en NZ también), el hno no sé qué hacía y él era diseñador 3D, aparentemente. Pero el tipo, feliz de estar laburando en los viñedos. Quería buscar otra cosa, por supuesto, pero para él era una experiencia que quería hacer, no le molestaba. Y muy laburador se lo notaba. Su plan era viajar durante 3 años alrededor del mundo. Un flaco de 28 años, aunque parecía mucho más chico.
En fin, pero volvamos a mi travesía en bicicleta. Ya encaminado, empiezo a notar los viñedos a mis lados. El sol que pegaba bastante. Veo la primera bodega, muy paqueta, y estaciono mi bólido. Tengamos claro que no iba a entrar a una bodega tan fifí con mi casco y mis pantalones arremangados para que no se manchen con grasa. Ya venía preparado. En la mochila de la bici – porque me habían dado una de esas “mochilas” para bicicleta que usan los que viajan largas distancias en bici – tenía mi boina y mi bolsito de la cámara. Dejo la bici y me lookeo: pelo cámara, boina hacia atrás y me bajo los pantalones. Ahora sí, parecía un turista refinado. Ya, convengamos, la boina hacia atrás da un toque intelectual...afrancesado, eso garpa en estos círculos, y con la cámara, un buen turista. Si entraba así nomás sé que no me iban a dar bola. Esto lo aprendí de cuando iba a las exposiciones de computación con Pablo y Facundo, allá hace mil años, apenas teniendo casi 18 años. Las primeras veces ni un folleto ligábamos, nos hacían el Oooosooo. Hasta que empezamos a ir de traje. Ahí nos traíamos una bolsa hasta la manija de folletos inútiles que vaya-uno-a-saber dónde habrán quedado. El mismo producto, distinto envase, pero eso a las minitas q reparten folletos les pega…sin comentarios.
Listo para la embestida, entré a la bodega. Atendía una señorita rubia de ojos claros muy bonita en el mostrador.
- Good afternoon. - me dijo.
- Good afternoon. I come for the wine tasting and/or the winery tours. [Venía por la degustación de vinos y/o tour alrededor de la bodega.]
- Mmmm, we don’t have tours but wine casting. [Tours no tenemos, pero sí degustación]
- Perfect.
Así empecé a degustar.
- What do you think about this Pinot Gris? [Qué te parece el Pinot Gris?]
- Interesting wine. It has character. I understand that NZ is famous for white wines. [Es un vino interesante. Tiene carácter. Entiendo que NZ es especialista en vinos blancos]
Por supuesto, con todo un tono intelectual. Un tipo entendido en el tema.
Corte: Ahí estaba mi cerebro carburando a todo lo que da rememorando las visitas explicadas en las bodegas de Mendoza donde los encargados de la bodega (ahora no me acuerdo el nombre propio que estas personas tienen…“vitivinícolas”?) nos comentaban las propiedades del vino.
Luego me hace probar un tinto. Me dice:
- This has a long end of mouth. Not that dry. It’s good for cheeses. [Este es un vino con un final de boca prolongado, no es tan seco, va bien con quesos…]
- I think it’ll fit very good with nuts. [Creo que iría con “nuts” (nueces, almendras, maníes)]
La mina se queda y pone cara de sorprendida por mi acotación.
Pero hagamos otro corte en este momento: En mi viaje a Queenstown, en el avión había una de estas revistas de interés general. Suelen haber notas interesantes sobre lugares o comidas. Casualmente, había una nota sobre los tipos de vino y con qué combinarlos…golpe de gracia o destino premeditado? Eso queda a cuenta del lector.
- Yes, I think so, you are right. – me dice sonriendo, y supe que di en la tecla.
- Where did you study about wines? [dónde estudiaste sobre vinos?]
- I was working in London for a company that imported this wine from this winery, and I decided to come and try to learn more. [Trabajaba en Londres en una compañía que importaba esta vino y decidí venir a aprender más acá]
- The wine World is fascinating, isn’t it? [El mundo de los vinos es fascinante, no te parece?]
- Yes! Totally! – me dijo entusiasmada, y yo, me agrandé como alpargata de vieja.
Así comenzamos a charlar de esto y de aquello. Le conté que había estado en NZ por casi 2 años, trabajado, viajado y yéndome de nuevo a Argentina pronto.
- Ooohhh – me dijo con tono apenado casi haciendo puchero...y mis ojitos brillaron malévolamente.
Ya no quedaban botellas por degustar, así que tuve que cambiar el enfoque de la charla.
- Where can I go tonite? [Dónde podría ir hoy a la noche?]
- Well, you have some places in the town centre … [Tenés algunos lugares en el centro .
- Here you have a map. [Acá tenés un mapa] – rápido como un lince.
Me empezó a nombrar lugares.
- I don’t know this place…I don’t know this place either [Este lugar no lo conozco, este tampoco]
- How come? Don’t you live here? [Cómo puede ser? No vivís acá?]
- It’s because I arrived just 6 weeks ago [Es que solo arribé hace 6 semanas]
- All sorted, then. Let’s go tonite. I don’t know the place, you don’t know it either, all match [Todo resuelto, entonces. Vamos esta noche. Yo no conozco, vos no conocés, todo cierra]
Me miró, me hizo una mueca de sonrisa y me dijo:
- Ok. I finish 5:30pm. Let’s meet 7pm in the place? [Ok. Termino a las 5:30pm, nos encontramos a las 7 en el lugar?]
Me peiné las cejas, le sonreí a los Pierce Bronsnan, y la señalé guiñándole un ojo.
- Excellent, see you there. [Listo, nos vemos ahí]
Salí de nuevo a la intemperie, donde el sol pegaba a las 2 de la tarde. Me volví a transformar en Clark Kent y subí a la bici. Llego a la segunda bodega. Otra señorita prometedora.
A ver, entendamos que venía en ganador, no iba a dejar pasar la oportunidad con la segunda víctima.
Pero esta vez tenía un problema: había mucha gente degustando, no sólo yo como la vez anterior.
Siempre en las degustaciones suele haber un balde, en el cual arrojás el resto de vino para no tomarte todo. Cosa de no ponerte en pedo. Algo que, por supuesto, jamás hice. Cada copa circulaba por mi paladar y terminaba viajando por mi garganta, con escala en el intestino y destino final las neuronas.
La gente se va y visualicé mi oportunidad:
- Hi, nice wine, aye? Do you produce everything here? [Hola, buen vino, producen todo acá?] – le dije sonriendo a lo Brandon de Berverly Hills 90210
- Yes – me dijo apenas mirándome mientras levantaba las copas y acomodaba la barra.
- I think the Chardonnay is a very good wine for cheeses, isn’t it? [creo que el Chardonnay iría muy bien con quesos, no]
No me contestó de inmediato, estaba concentrada pasando enérgicamente el trapo a la barra.
Un tipo sabe cuando su batalla está perdida. Así que desistí y me despedí de dicha señorita.
- Ok…See you, thanks for the tasting, nice to meet you. [Ok, nos vemos, gracias por la degustación]
- Aha – fue lo único que atinó a decirme con una sonrisa forzada.
“Uuuupa lalá…como pega este sol….” Pensé. Ya mi sistema motriz empezaba a sufrir los efectos del alcohol. Mientras pedaleaba y las uvas fermentadas en mi interior terminaban de asentarse con el calor de los rayos solares, se me dio por cantar:
- Taaaaaa raaará! VAMO LOS REDO! …Taaaaa raaará…. – golpeando el manubrio con una mano haciendo ritmo.
Llego a la terceeera bodega. Bolso de cámara, boina, pantalones abajo.
- Hi! – saludo levantando la mano. Ya la formalidad se me había ido al carajo.
Poso el codo sobre la barra.
- Are you coming for the testing? – me dijo una señora. La mire…pero no, no daba para nada.
- Yes, sure [Sí, seguro]
- Ok, we’ve already started, so I will give you a quick introduction. [Ya está empezada, pero te voy a dar una rápida introducción]
Y me sirvió 2 copas de vino y me explicó rápido sobre las uvas. Me acercó un balde, pero fue al pedo, las copas me las bajé de un saque, cosa de apurarme y ponerme en sincro con los demás. La vieja me miró medio sorprendida, pero no tuvo tiempo más que de seguir con la degustación.
Así proseguimos por 5 vinos más.
- Thank you, young lady! – le dije mientras salía por la puerta.
La señora, por supuesto, no contestó.
- YYYYY RAAAAAASSGUUUÑAAAAN LAS PIEEEDRAAA AA ASS…HHHAAASTA MIII!! HASTA MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!.... – Muy compenetrado, pedaleaba hacia mi próximo destino, recibiendo bocinazos de vez en cuando. Esta gente no entiende la sensibilidad!
Cuarta. Estaciono la bici, se cae, la levanto, la acomodo en el bicicletero, me cuelgo el bolso de la cámara, me calzo la boina.
- Hello, I come for the wine tasting. – En un tono más elevado, el cual llevó a varias cabezas girar hacia mí. Me crucé con un espejo, y vi que mi boina estaba torcida, mi cara totalmente roja y sudada y mis pantalones…aún altos.
No iba a quedar mal esta vez, así que tomé la primera copa, la segunda…la tercera, y cuando me acercaron el balde, fue automático, escupí. La señora miró seria y retiró la “escupidera” de mi lado.
- Bye! – Saludé a todos con la mano en alto.
Subo a la bici y cuando pongo mi pie sobre el pedal este se resbala. Vuelvo a ponerlo, y arranco trastabillando hasta que tomo velocidad y puedo enderezarme.
Llego hasta el pueblo continuo a Blenheim, Renwick. Veo el cartel de una escuela secundaria: Renwick Highschool.
- RENWICK HIGHSCHOOL, OOOH YEAH! HARD HIGHSCHOOL, REN–WICK! MOTHER FUCKER! – Cantando heavy metal con voz áspera tipo Iorio. Cada nuevo cartel se convertía en parte de la letra.
- MOTOCILES! MOTHER FUCKERS! …POTATOES 1 KILO! GO TO HEEEELLL!!! OOOHHH YEAH!!!
Los camioneros recibían “fuck-you’s” mientras seguía pedaleando todo destartalado.
Quinta bodega. Derrapo al querer frenar, la bici quedó tirada en el piso, y me puse la boina. Todo chivado entro a la bodega, estaba una pareja degustando.
- Jelou! I want wine…plis, the testing. Thanks.
La chica me sirvió una copa mirándome raro. Otra señorita muy potable.
- Ai am from Aryentina. Big wines there. – hago gesto de grande con ambas manos, la copa en una de ellas y luego me bajo la copa de una.
- This is a Cabernet Sauvignon – explicaba la chica con una voz dulce.
- Yep…it’s gud for nats…nats – hago gestito de idea – perfect, baby – y le guiño un ojo.
La pareja me miraba sin decir nada. La mujer agachó la cabeza y giró hacia la chica, quien prosiguió con la degustación. A la 4ta copa le pregunté sutilmente a la dama de la bodega:
- Erm…Ai want to go for a bier tunait. Come? – Y le levanto las cejas tentadoramente.
- No – me dijo con una sonrisa cordial – I can’t, I’m sorry.
- Te lo pedé. – me toco el pecho – Ai…here…for tú iears in niú zilan. Goin home….fffuuuuuuuiiii – le hago el avioncito con la mano, como para que entienda.
- BOOOOORNN TO BE WIIILLLDDD!!! – cantaba de regreso. Claro, lo que no me había percatado es que eran las 5pm, había hecho como 20Km y tenía que devolver la bici para las 5:30pm. Cuando chequeé el reloj y, luego de 2 minutos de intensos cataclismos mentales, entendí que me quedaban apenas 30 mins para volver al pueblo. Así que empecé a acelerar. A 2,35 Km/h, con el viento en contra, no iba bien.
Pedaleé y pedaleé…no dejé de pedalear. El pueblo se acercaba cada vez más. Mis ojos tenía que enfocarlos para lograr seguir la línea recta de la senda para bicis.
Veo un edificio…lo encaro. Estaría llegando a tiempo para devolver la bici…ahí estaba! 5 cuadras…4….3…..2….el edificio estaba más visible. Pero lo último que recuerdo es haberle dado al cordón de lleno y salido disparado.
Unas voces y un intenso rayo de sol directamente en mis ojos me levantaron. Abrí mis ojos lentamente, mi boca estaba pastosa. Era el Malayo y otro room-mate.
Intento moverme y me doy cuenta que tenía la rueda de la bici en mi cabeza. Me ayudan a correrla y a levantarla.
- What time is it? [Qué hora es?]
- 6:30am bro. What are you doing sleeping in the grass? [6:30am, amigo. Qué hacés durmiendo en el pasto?] – me dijo el Malayo.
Cuando giro la cabeza me doy cuenta que estaba en la puerta del hostel.
Terminé pagando 1 día más de multa por la bici, la que, por suerte, no tenía daños. Y teniendo como 3 mensajes en el celular de la mina del a bodega, empezando por el primero preguntando dónde estaba, el segundo ya pidiendo que me apure y el tercero mandándome a la reverenda mierda.