Lejos de encarar una charla filosófica sobre la comunidad islámica en Nueva Zelanda, el tópico se refiere a algo tan particularmente identificable al sexo masculino como el fútbol.
No hay cosa que las mujeres renieguen más que el diálogo inevitable, necesario y fundamental entre machos, como lo es el tema escatológico. De entre las innumerables sin razones que nos separan del sexo femenino, aparte de la evidente fisonomía de encastre, los temas reiterativos hacen que ellas se tornen hormonalmente inconfortables. Las anécdotas contadas una y otra vez en CADA reunión en común vaya y pase, pero el tópico “cacona” no es algo que les agrade y nos lo hacen notar reprimiendo la conversación con comentarios como: “Tienen que hablar de eso…de nuevo?”. Aprovecho, entonces, para hacer un reclamo directo por la libertad de expresión masculina: POR UN UPITE SIN CENSURAS!!! HEMORROIDES LIBRES PARA TODOS!!!
En fin…pero hay un tema que solía ser tan reiterativo como el escatológico, el cual se charlaba "sigilosamente" sólo entre hombres, con una reserva tal como lo era el cono del silencio para el agente 86. Me refiero a la siempre bien ponderada masturbación.
Es hasta curioso cómo no hay mujer que dude que todo hombre lo hizo alguna vez, ni hace falta preguntarlo. Cultura popular…o sentido común?
Recuerdo esas charlas comparativas y cualitativas que de adolescentes nutrían nuestra enciclopedia del sexo unipersonal dándonos técnicas que mejoraran nuestras experiencias: Que “el paragüita”, que “si te la hacés con la otra mano parece que no fueras vos”, “la paja de lujo” (con forro puesto), etc. Los exóticos lugares donde realizarla, aunque los estadísticamente predilectos fueran el baño y la pieza/cama. Y las anécdotas como: “Mi vieja entró sin golpear”, “tuve que pasar varias hojas de la carpeta de Biología”, “perdí un tornillito del control remoto de la tele cuando lo desarmé para limpiarlo”, etc., etc.
Realmente podríamos cantar con la negra Sosa: “Gracias a la vida que me ha dado tanto!”. Filas interminables de mujeres: desde Patricia Sarán y Mónica Gonzaga que explotaban en las tardes de “Bañeros” (rondamos los 30, no me vengan con la Lopilato que estaba aprendiendo a leer y a escribir en ese momento), todas las chicas de Jugate Conmigo en sus 3 temporadas (si estabas apurado y te lo confundías a Hernán Caire con su pelo largo ligaba también)…Cris no zafaba, obvio. La clínica del Dr. Cureta fue una bendición y Xuxa…Si nos ha cantado el “Croqui croqui” con sus paquitas haciendo trencito……nah, ni hacía falta imaginárselas en bolas, es más, cuando aparecía la nave, antes siquiera de abrir la puerta, era suficiente. La potente imaginación de la pubertad lograba cruzar umbrales insospechados. Hasta esos momentos donde la Gente ya no tenía más que los crucigramas, entonces, aparecían los fetichismos con una Soledad revoleando el poncho...esos eran valores morales! No se discriminaba a ninguna!
Pero si tenías acceso a una fotito subida de tono era la gloria! Me acuerdo de aquella tarde en la peatonal de Lomas poniéndome los anteojos negros del Morrón o del Gaita (maldita memoria) para hacerme el mayor de 18 (tenía 13 con la cara de uno de 10) y yendo al puesto de diarios a comprar una revista (no hace falta aclarar qué tipo, no?)…la que fuera, mirá si íbamos a tener pretensiones, con que tuviera una teta desnuda bastaba, no pedíamos ni 2. Me acerco al canillita (un flaco de unos 25 años que en ese momento parecía un tipo grande) y engrosando la voz, con actitud decidida, le pido la primera que ví: una Penthouse (eso sí que lo recuerdo patente)
- Sí, tomá. 6 pesos.
Cómo si nada el chabón…tán fácil era?! Claro, debían ser los anteojos…
Cuales piratas, luego de habernos regocijado mirando el tesoro una y otra vez en la guarida (mi casa, específicamente mi pieza), nos repartimos el botín.
Creo que la masturbación es algo que recordamos con ese cariño de aquellas anécdotas que despiertan esa melancolía del tiempo que pasó. Si bien se plantea el dilema si es algo que “fue” o “acompañará toda la vida” (especialmente en momentos de sequía…), el recuerdo de las “tocatas en FA! sostenido” de la adolescencia tienen su connotación más que evidente: Estamos viejos, que lo parió! Y aunque algunos sigan con el ritual, no es lo mismo. La experiencia le quitó el vértigo… y ahora tenemos Internet.
Si me preguntan, en lo personal, sobre si fue o será siempre una compañera fiel, tengo que decir qu
Perdón, sonó el teléfono y me cortó el discurso…en qué estaba? Bue, en fin, mucho más no hay por decir. Fue que encontré este pensamiento mientras me duchaba (…comentario que debí obviar…) y sentí la necesidad………de dedicarle………un homenaje………así es que escribí esto.
“Lo conozco como la palma de mi mano”…definitivamente fue un hombre quien inventó este dicho.
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