lunes, 13 de abril de 2009

El Welly de Caro

Por aquellos días donde los flats no se hacían presentes y menos que menos las entrevistas laborales, decidí irme al Wellington de Caro. Estuve por mudarme definitivamente allá antes de que todo lo que ya saben pasara. Si no fuera porque, supuestamente, iba a tener una entrevista con una mina argentina que tiene un estudio acá y me hizo pegar la vuelta, hoy quizá no estaría en Auckland. Fue entonces, como les decía, que de un momento a otro saqué pasaje de tren, tomé un bolso chico, mi notebook y disparé al extremo sur de la isla norte. Ahí donde la González pasó viviendo la mayor parte de su estadía en NZ 2 años atrás.


Ya el humor me cambió al llegar a la estación de tren. Para mejor. A pesar de haber tenido un entredicho con uno de los tantos gomazos que tiene este planeta. Mi tren salía 7.30am (sí, tempranito la cosa), arribo a la estación tipo 7 (demasiado puntual para ser yo). Perdido como perro en cancha de bocha, veo que hay un tipo detrás de las ventanillas de las boleterías, entonces me acerco:

- Excuse me? Can I ask u something? – necesitaba saber para donde ir. Aparte no tenía mi boleto, sólo el nro. de reserva porque lo compré por Internet el día anterior. Así de improvisada fue la cosa.

Ni me dirigió la palabra, simplemente me señaló el cartel de que abrían 7.30am.

- It’s just a question.
- 7.30
- Buy a life, man!

Un pelotudo importante. Para todo, junto con el pelotudismo agravado, el ser humano es exactamente igual en Argentina, la China, la India o NZ. Toooodos los patrones de comportamiento se repiten, lo que nos venden que somos distintos es pura mierda nacionalista, la cultura es sólo un condicionante de modismos, la raza es una. Pero dejemos de lado la psicología. 

Att. Dr. Repetti: Morgan, el Chaco está interesadísimo en que le desarrolles este tópico cuando lo veas. No dejes de hacerlo. Gracias, saluda atte. The Ruso.

Sigo.

Bajo por las escaleras y ahí estaba mi tren. La estación, lo que ven. Copada. Si bien no es grande, todo está pulcro. Tampoco tiene tantos años desde su remodelación, vale aclarar.







Así me senté en mi butaca que daba a la ventana, listo para partir.

Acompañado por un amanecer radiante, el día se iba abriendo camino. Mi relación con el tren a veces me sorprende. Debo admitir que tengo una predilección por este medio de transporte. Tiene ese no-sé-qué que me relaja e inspira. Varias cosas he escrito o imaginado en esos viajes (cosas copadas a gomadas absolutas), grandes libros he terminado, lecciones estudiadas a último momento y claro, grandes puteadas se ha comido el Roca por el servicio hijo de una gran cajetud#$@%$#@ tren de mie@#%$ y la con@#!#%$%$ …una relación amor-odio muy particular.

NOTA: Para los que vayan al sur en Arg., recomiendo hacer el tren que va de Bariloche a Viedma…desde Viedma rajen cuanto antes, porque no hay nada! Pero bueno, creo q el tren, con su restaurant, su cine y su paisaje, vale la pena.


Adentro, este tren no presentaba grandes lujos. Lo justo y necesario. Prolijo, ameno, con su pequeño bar en el vagón contiguo. Un aire acondicionado bastante fuerte, y unos sillones atrás de todo haciendo una especie de living, con ventanal al final (estaba en el último vagón) que no pude ir, obvio, porque siempre estaban ocupados.

El paisaje que se abría era impecable. Mientras, me dispuse a abrir mi Harry Potter en inglés…(todavía sigo leyéndolo, espero terminarlo antes de q se estrene la película nueva!)





En esta foto se puede ver el ventanal trasero que les contaba.





Mi arribo a Welly fue 12hs más tarde de mi partida de Auckland.

Serán esas casualidades, que caminando por la calle me encuentro con Sanne, holandesa mencionada anteriormente en otro post y que hizo Sky Dive conmigo. Claro!…mirá que loco, el post de las 4 tetas que amamantan fue escrito a mi regreso de Wellington. Pero recién ahora estoy posteando formalmente el viaje…je, que colgado! Las crónicas perdieron la cronología hace rato. Sepan disculpar las molestias ocasionadas, estamos trabajando para un mejor servicio.

Lo que más me atraía de Wellington era Weta. Weta es la empresa de Peter Jackson y asoc. que fue la que hizo los efectos especiales para El Sr. de los Anillos, entre otros filmes. Qué fue lo primero que hice? Me anoté en un tour, obvio!

El tour fue una cagada, la verdad, más que llevarnos al bosque donde se filmó una escena del Sr. de los Anillos y luego al shop de merchandising de Weta no pasó. Pero bue, tuve la oportunidad de charlar con un amigo que me contó cada cosa!





- Sí, chabón, en Argentina tenemos una presidenta montonera que dice ser de izquierda, le chorea la guita al pueblo y alimenta una mafia de vagos matones llamados piqueteros oficialistas.


Ni él lo podía creer. Me quería hasta donar el anillo.

- No seas boludo, Frodo se va a calentar.

Pero cuando lo buscó para dármelo no lo encontró.

- Ah, no Golumsito, el anillo lo tiene el Morrón, no te preocupes. Dice que se casa el degenerado ese...El Gallego? Sí, también. Pero este primero te lo derretía, hacía varias copias y lo vendía como original. Por lo menos lo tiene uno que va a quedar como vos después de que la negra lo tenga cagando un rato.

Siguiendo mi recorrida por Wellington cabe destacar el museo: Te Papa (“La Madre Tierra” en una corta y sintetizada traducción).

Un museo que, a mi entender, está hecho para cautivar al visitante. Lejos de ser el tradicional frío, callado, y poco didáctico lugar, este presenta diferentes espacios con obras especialmente realizadas para involucrarte con lo que estás viendo. Desde material multimedia con pantallas táctiles con las que podés jugar, hasta una réplica de una habitación de una casa donde te metés, ves una película que te cuenta una historia y los objetos internos se mueven según lo que veas en la pantalla. U otra donde te simula un sismo chico.

Varias cosas simples pero bien pensadas. Inclusive para los chicos, varias áreas de recreación donde aprender jugando. Todo bien colorido, sonoro.

Tienen expuesto un calamar gigante en formol. Un ejemplar de 5.4mts de longitud total y que pesaba alrededor de 300Kg. Hay un video del momento de la captura del mismo, que fue por azar. Se enredó en la linea de un barco pesquero, las imágenes son algo que te hace acordar (lejos está de ser igual, obvio) a 20 mil leguas de viaje submarino. Acá una imagen que bajé del museo de ese momento.

Qué paella nos podríamos mandar con ese bicho!!!








Los Gardens.

Sanne me dijo que en los jardines (unos parques de Wellington) habían todos los días un recital. 

- Vamos!

Accedimos por el “Cable-car”. Como un tranvía que hace unos 200 o 300 metros en pendiente. Si bien podés ir caminando o en bondi, es más pintoresco hacerlo de esta manera.

La sensación me remitía a Brasil, cuando con el Gallego y el Morrón, no recuerdo porqué, nos sumergimos, de noche, entre callecitas y casitas, subiendo y bajando pendientes hasta llegar a una playa, la cual tenía la particularidad de tener hoyos en la arena y, dentro de ellos, velas. Una imagen que quedará hasta mi senilidad conmigo.

Así fue. Los jardines son algo espectacular, grandes, con varios caminitos, con arreglos florales bien cuidados. A lo lejos sentimos la música. Guiados por nuestro oído caminábamos de una a otra dirección. Mientras, nos enmarcaban especies vegetales de todo tipo y color cuyas fragancias humedecían el aire.

NOTA: Para los que no lo tienen presente, les recomiendo los jardines botánicos de Palermo. Es un lugar que no se le da bola porque la mayoría dispara para el Zoo. Pero vale la pena y es gratis. Llevate mate y relajate.


La música se hacía más intensa a cada paso y la idea de ver una banda en vivo siempre es bienvenida. Y ahí estaba, una multitud sentada, haciendo picnic, tomando vino hasta en copas de visrio, o cerveza, comiendo, relajada, apreciando el concierto. Un clima de puta madre, bien chill out. Nos sentamos con Sanne y vimos la banda que realmente estuvo muy buena. Lo único que fuimos sin nada y hubiera estado muy bueno llevarse la canastita con algún quesito y vino, como los demás. 

Al terminar el concierto volvimos a pie. La particularidad de esto es que en parte del camino de vuelta tenés que atravesar un cementerio…no no, no es joda, vas caminando y, de repente, en la noche, se te aparecen lápidas de un lado y del otro. COPAAAADO!!! Los cementerios acá son distintos, totalmente expuestos, nada que ver con Arg. Te encontrás uno a la vuelta de la esquina como si nada.


Acá con Sanne haciendo la pose japonesa para las fotos en el cable-car.


Los Gardens.

Decidimos volver al otro día por más música.

Tras una banda no tan buena, pero el mismo clima buena onda, nos acoplamos a un grupo de kiwis. Pero cómo fue que pasó? Simple. Sanne se puso en contacto con uno de ellos por Internet. Hay gente que ofrece su morada gratis, la idea de este sistema es que uno pueda viajar a cualquier lugar del mundo sin garpar en hospedaje y conocer a la cultura más desde adentro. Cuestión que Sanne no fue a la casa de este pibe, pero sí siguió en contacto. Ahí estábamos, con Robin (por Robin Hood), Pipin (no me acuerdo el nombre, pero era él!) y otros más. Estaban tomando de un botellón de 3 lts de cerveza, que se habían comprado por ser la más barata, je. Con ellos, luego de terminar el concierto, nos fuimos por un camino TOTALMENTE a oscuras para ver los “Glow Worms". (Se acuerdan los gusanos de las cavernas? Esos mismos había en el parque.) Pero no se veía naaaada de nada excepto estos puntitos de luz. Intentaba iluminar con mi celular y no había caso. Entre la espesura de los jardines no se filtraba una gota de luz. 

De ahí, paso intermedio por la casa de unos amigos de ellos, que tenían cientos de cadáveres de porrones en su mesa mientras miraban un EEENNNTRETENIDIIIISIIIMO partido de Críquet (acá es deporte nacional junto con el Rugby), nos fuimos a bolichear.

Lo que me llamó la atención es que en los bares te dan agua gratis. Sí, te sentás en una mesa y lo primero q te traen es una botella con agua y vasos para los que estén.

Lo segundo, es que la gente acá (y después me enteré que en otras partes de Europa también), no van a 1 lugar específico, o hacen previa y después van a bailar, sino que van picando de lugar en lugar durante toda la noche. Recorrimos como 5 lugares. Muchos de ellos son pubs bailables, digamos. Lugares chicos, metidos bajo alguna escalera hacia arriba o hacia abajo luego de atravesar una puertita. Nada de mega espacios. Me resultaron copados.

Terminamos la noche tarrrde para los que acostumbran acá, como a las 6. Los flacos una masa, realmente. Todos se la querían comer a Sanne (sí, me incluyo, pero yo estaba en otra, no en buitre…ya no sirvo para eso y cuando hay mucho huevo dando vuelta me corro...a ver si ligo de rebote!), menos Robin, que su pire particular lo hacía un personaje muy simpático. Creo que no hace falta aclarar quién es en la foto, jeje.




2 frases me quedaron marcadas de este viaje. Una fue de Sanne:

Charlando en la orilla de la costanera me cuenta que tiene novio, cosa que, por haber conocido a una alemana también en su situación (pero esa mina tenía mi edad, a diferencia de los 21 de Sanne) y que venía recorriendo como hacía 3 meses, le pregunté: 

- Pero es común irte de vacaciones tanto tiempo sin tu novio?
- Yo no estoy vacacionando, estoy viajando.

Para los que entendemos el viaje más que una vacación, es una síntesis perfecta. Y para los que pensaban que viajar es sólo vacacionar, acá tienen la explicación.

La otra vino de un flaco inglés de familia hindú. Él no comía vaca. Le pregunté si era por el tema religioso de la India, pero me dijo que no, que él no era religioso, simplemente había decidido hacerlo por mantener su tradición. Cosa que respeté. Pero charlando sobre religión, me contaba que la religión Hindi no tiene un libro como las demás, sino que es de transmisión cultural, digamos. Que, por supuesto, había fanáticos ortodoxos, como en todas religiones. Y el abuelo de él le había dicho algo respecto a la religión que me pareció la definición más acertada que escuché:

“La religión no es la respuesta, es un marco de ciertas cosas en las cuales pensar.”
“Religion is not the answer, it is just a framework to think about.”


Aquí Gaurav. Ni le pregunté el apellido, total no lo iba a saber escribir.


Así, compartiendo mi pensamiento, cada religión tiene cosas muy interesantes de las cuales pensar y aprender, pero NINGUNA es la respuesta a NADA. El absolutismo no nos lleva a otra cosa que a dividirnos.


La ciudad vista desde Mount Victoria.





La escultura de Weta. Wellington, por su producción de cine, es llamada "Wellywood" cariñosamente.


El parlamento



Old Bank. Un viejo banco hecho mini shopping.

Una de las librerías.


Mas de la city.







Wellington es diferente al Auckland céntrico. Tiene vida. Un lugar a tras del otro al estilo Plaza Serrano, pero a gran escala. Con una calle llamada Cuba, con mucho arte desperdigado, con esencia.


Mi regreso de Welly fue por la primera entrevista que tuve en Bio Star. Pero esta vez me tomé un avión. Contrariamente a Arg, los pasajes de avión internos son muy baratos. De hecho, me salió más barato que el tren. Despegué al atardecer. Desde el aire el cielo se veía el horizonte en llamas mientras las luces se brotaban en las calles de aquella ciudad del viento.



Hubo una segunda vuelta a Welly, pero de esa les contaré más adelante…


PD:
Ezeiza, poco más de 2 años atrás.




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