domingo, 12 de abril de 2009

Kill Fish


La pesca es algo que me caracteriza. Cualquiera que me vea reconoce a un arduo pescador sin vacilar... 

Pero aún con tanta experiencia acumulada, las técnicas del otro lado del planeta son una sorpresa para hasta el más asiduo hombre-de-caña-al-hombro en Costanera.

Hete aquí que Julio me invitó a pescar. Íbamos a ser llevados por Chijo (no sé cómo se escribe), una amiga de Mika, la novia de Julio, también japonesa.

Recordando los diferentes eventos en mi juventud (no) tan lejana, ir de pesca involucraba camping, mate, chupi, asado y cagarse de frío. Para un hombre tallado por la vida del anzuelo…y luego de haberme cagado de frío en Taupo el fin de semana pasado, tomé todas las precauciones necesarias. Así que armé mi bolsito con: Calzones varios, remeras mil, cosa de ponerme una encima de otra (cabe destacar que mi ropa de invierno consta de 2 pulóveres, 2 camisetas de algodón modelo 86 de mi viejo y 2 camperas que, lamentablemente, no puedo ponerme una encima de otra)…continúo. Puse medias por doquier y decidí ir a comprarme un par de zapatillas nuevas, ya que las que traje tienen sus complicaciones: Las Puma, que me costaron un huevo y medio, bastante chotas resultaron. Terminaron de mostrarme la manera en que estaban confeccionadas luego del primer partido de tenis en cemento…un cemento digno del mejorado de la Avenida Berlín el Longchamps...o sea, una cagada. Pero dejate de joder, supuestamente dicen ser zapatillas deportivas!
De los otros 2 pares, una es de verano, fabricada con una cuerina finita como papel, pero muy cancheras, obvio! Y el otro par, que jamás trajo un puto dibujo en la suela y me ocasionó varios resbalones bajando las escaleras del subte - especialmente los días de lluvia, los cuales tenía que caminar como vieja meada (piernas flexionadas, abiertas y agarrado de la baranda) - ya habiendo arribado semi gastadas a NZ, ahora tiene una cápsula de aire…más bien, una conexión directa entre el piso y mi talón. Definitivamente ninguna es propia para un día húmedo y frío. Por eso fui a Warehouse, que es como el Easy Argento, pero con un tinte a feria “todo por $2”. Los precios de las zapatillas más caras están en 70NZ y son ya de marca y con diseño decente…las mías costaron 25…

Equipado, entonces, con hasta el aparatito para repeler mosquitos, me fui, luego de pasar por Warehouse, directo a la casa de Julio. Eran casi las 5 y no había ni almorzado, así que pasé por un Burger a comprarme un menú para llevar porque ya llegaba tarde (as always). Contento, dándole a las papas fritas en la parada del bondi, me llega un mensaje de Julio que dice: “No se alimente que le estamos cocinando”. 

LA PUTA! Ahora me lo viene a decir? Todavía me quedaba la hamburguesa. Pero mi razonamiento me llevó a dos conclusiones.

a. Si almuerzo tipo 5pm (casi horario de cena para este país), mi digestión (científicamente comprobado) tiene una velocidad tal, que a la hora tengo hambre de nuevo.

b. Julio me había dicho que iban a preparar una especie de Sushi, de lo cual no soy muy fanático y siempre me quedo con hambre.

Así que le entré a media hamburguesa triple con queso. La conciencia no me dio para comérmela entera.

Pero no, para mi sorpresa Mika había preparado tacos. EXCELENTE! Confirmando el punto “a” mencionado anteriormente, me bajé 3 bien cargados. (Claro, el Sushi ese que se iba a preparar iba a ser con la pesca del día, no antes...medio goma lo mío)

Volvamos a la pesca. 

Llega la amiga japonesa de Mika. “Sayonara” mediante, se la introduce en esto de los tacos. Los ponjas estaban más perdidos que perro en cancha de bocha. Es divertido ver a las gentes de la comunidad oriental experimentar cosas nuevas. Su sentido de cordialidad y respeto para con el otro son muy marcados, y ves como que, en cierto punto, están incómodos por no querer hacer nada mal que involucre molestar al anfitrión. Por molestar no hablamos de hacerlo enojar, sino simplemente que el dueño de casa tenga que hacer algo imprevisto por culpa del invitado. Suelen tener todo muy programado, y el fuera de plan los desconcierta (en cierto modo). Así que todos sus movimientos son medidos, tímidos, como pidiendo permiso para cada cosa, esperando la aprobación o indicación de quien los invita. Esto los hace parecer más torpes y simpáticos ante la mirada despiadada del latino mandado a sus anchas.

Lo que paso a contar ahora es la parte interesante de esta aventura pesquera. La señorita Chijo tiene una habilidad: practicar acupuntura al pescado. No no no, no es joda. Habiéndola aprendido luego de 3 semanas de perfeccionamiento, la técnica permite aplicarle una aguja a la víctima a fin de generarle un estado casi de coma, cuestión de que sus sentidos vitales se disminuyan al mínimo y así permanecer vivo dentro de una cantidad ínfima de agua por varios días. Dice la leyenda que el creador de esta técnica, un ponja que vive actualmente, puede hacer que el pescado viva hasta 3 meses en este estado. Pero claro, desarrollar esta técnica le involucró el sacrificio de, aproximadamente, 4000 pescados. Qué habrá conseguido pinchando en el lugar equivocado?...mmm qué misterio.

Pero para qué sirve esto? Es especialmente para poder transportarlo y que no se pudra, pero principalmente para conseguir, a la hora de preparar los platos nipones, un pescado fresquito fresquito.

Esta no te la esperabas, eh! Quién iba a pensar que se podía practicar acupuntura en un pez?! Así que, cuando me contaron esto enfrente de ella, no tuve otra reacción que la admiración absoluta y, claro, el miedo. La simpática gordita de anteojos, petacona, que armaba torpemente los tacos era, ahora, una potencial asesina ninja.

Lejos de ir a un lugar recógnito, fuimos en auto a lo que sería, en distancia para un porteño, la Costanera.(Mision Bay es el nombre del lugar) Sí, al pedo el equipo improvisado de alta montaña.

Yo caña? Ni en pedo. La maestro Shifu (Chijo) me dio una. 

Mientras que Julito terminaba de hacer cadorcha la caña que Mika le había regalado tiempo atrás, excusándose que en Bolivia las cañas no se limpian porque es agua dulce, por eso no tenía idea de que se oxidaran los anillos de la misma, yo preparaba, como buen pescador argento, el mate. La línea? Nah, me la hizo Julito, je.

Mientras nuestras cañas constaban de un anzuelo, la de ella, como buena profesional, tenía 7…no jodo, 7! Distintos tamaños, tuneados cada uno para cada tipo de pez...creo que con eso se podía pescar desde una manta ralla a una ballena franca. (Un poquito exagerado?...ok, sacá la ballena franca y ponete una orca)

En Mision Bay nos quedamos alrededor de 15 minutos. Llegaron unos coreanos que poco les importó el lugar que teníamos y desparramaron su equipo de cañas para tiburones, luces y charlas atolondradas en voz alta que perturbaron la armonía del lugar. Entonces Shifu dio la señal y disparamos a Devonport. Mucho mejor. Ahí teníamos luz en el muelle y era más cómodo todo. De hecho, vimos que otros pescadores tenían en sus baldes varios pescados…pero todos estresados, ninguno con la técnica ninja que le íbamos a aplicar nosotros…aramos dijo el mosquito.

Recordando las enseñanzas del Aro, el Morgan y el Gaita en mi primera aventura pesquera en Villanueva, tomé mi caña, preparé el reel, puse mi dedo sosteniendo la tanza, tiré mi caña hacia atrás arqueando mi cuerpo, flexioné mis piernas y ahí estaba, listo para el vuelo triunfal de las plomadas hacia su destino, lejos, en las profundidades de la mar…preparados, listos…. BANZAAAAAAIIII!!!!!! 

[PLOC]

La línea cayó justo delante mío, hundiéndose bieeeen pegadita al muelle…

Pasó el tiempo. 

En una de esas recojo.

- Julio, mirá!
- Un cangrejo? Traelo, traelo!
- Pará, pará! – la línea, con mi pulso, volaba de un lado al otro.

Cangrejo al agua.

No era cangrejo, llegamos a la conclusión que era una estrella de mar…la cual no servía pa’ mierda, de todas maneras.

Pero mi suerte de “principiante” tenía que favorecerme. Y así fue como veo que la punta de mi caña se empieza a mover. Atolondrado, dejando el mate, tomo la misma y recojo.

EEEEHHHHHH!!! Triunfante, grito festejando. Los demás pescadores, por supuesto, me miraron con una cara de ojete padre. Códigos de pesca: a Marzo. 

Contentísimo con mi adquisición, lo expongo al grupo.

- Tené que devolvelo al mal. – me dice Shifu
- Eh?! Porqué?
- No vé que é muil chiquito?

Le sacó el anzuelo y me miró como para que tome a la presa y la devuelva. La miré. 

- Yo? – me señalo el pecho y busco entre las caras que me rodeaban un salvador.

Inclina la cabeza afirmando. Mirá si le iba a discutir! Tomé coraje, agarré bicho y lo tiré, con tal fuerza, que si no lo maté con el impacto, quedó mogólico.

Cada minuto aumentaba mi impaciencia, quería YA que alguien sacara algo para ver la técnica. 
Recordaba Kill Bill e imaginaba a Chijo haciéndole el golpe de los 5 puntos al pescado y dejándolo bobo instantáneamente.

La llovizna se hizo presente, el frío se intensificó, pero no me importó, porque tenía mis pepés nuevitos, los cuales eran bien abrigados, los miraba con una sonrisa y me decía para mis adentros: 

- Qué feos son!

Un modelo skater degenerados para parecerse más a un zapato de astronauta, hacían que los mismos, en talle 44, blancos, fueran casi una señal de faro para los barcos en alta mar.

Feos, pero calentitos, qué va!

La pesca, lejos de ser un aventura de camping de varios días, terminó a las 22pm. Pero yo, con mi estrellita de mar y mi Nemo, no fui quien más pesqué. Julio me pasó al haber adquirido, con su caña partida, 2 algas, un resfriado y la línea del Taiwanés de al lado que casi se lo come crudo.

Como buenos pescadores, no podíamos cerrar la noche sin pescado, así que compramos Fish & Chips: merluza en escalope frita y papas fritas, lo más barato, choto y grasiento que puedas comer. Es la comida más popular acá como si fuera el choripan argento. Mismos valores nutricionales.

A pesar de no haber podido ver a Chijo en acción, yo, por las dudas, al despedirme le hice una reverencia.


2 comentarios:

genaro oliveira dijo...

hehehehe. Bro, she maybe a ninja fisher, but that doesn't mean she is superior to us! Next time, why don't you surprise her with some fresh and efective latinamerican techniques 1-with one single capoeira strike, chop the fish into a hundred bloody little pieces 2- keep the fish (and especially the fisherwoman) completely paralized with the most venenosa e acid argentinian joke? 3- use the hot water of the Mate thermo to pre-cook the fish at the moment you get it! 4- dip some cachaça into the little fish organism so he will be more relaxed and cool than with one thousand acupuncuture needles together!

LVC dijo...

Excellent technique! The problem with us is we gonna dink the mate, drink the cachaca, start to tell jokes, dance capoeira, make an improvised party...and will forget we are fishing hehehe.