Sin comparaciones

Sí, es cierto, Argentina tiene de todo: Glaciares, montañas, ríos, mares, el faro del fin del mundo, cerros de 7 colores, desiertos, rascacielos, tango, cartoneros y a Maradona. Pero no es TODO.

Sentado en el mirador de Devonport, admirando ese escenario espectacular, tomé consciencia de que, a pesar de haber visto no tan poco en mi ya-no-tan-escasa edad, cada rincón del planeta es único, tiene una historia y un encanto particular. No importa cuántas fotos o videos veamos de las diferentes partes del mundo, o cuanto supongamos del mismo, estar ahí es totalmente diferente. Cada espacio respira y te envuelve. 

Cuánto conocíamos de NZ hasta hoy? Pero cuánto habíamos prejuzgado, no? "Qué hay en NZ?" más de una vez me preguntaron (por supuesto q tampoco yo sabía demasiado).

El planeta entero es nuestro, más allá de las fronteras políticas. Cada región, cada pueblo, cada cultura es nuestro patrimonio y es digno de ser admirado sin comparación alguna con otro, porque no tiene sentido hacerlo. Luego podremos decir si tal lugar nos gustó más o menos que otro, pero definitivamente, para eso, primero hay que vivirlo...sentirlo.

Hay que sacarse de encima el nacionalismo barato que nos puedan vender para no otra cosa que colmar Mar del Plata en la primera de Enero para ver los mismos dinosauros creyéndose diosas.

Argentina es grande y hermosa, tiene paisajes de puta madre (eso que todavía me falta ver bastante) y una cultura que, definitivamente, cautiva al mundo entero. Pero no es lo único que hay en este vasto planeta, donde la vida entera no alcanza para recorrerlo y tiene tanto para enseñarnos.