viernes, 9 de enero de 2009

Devonport (Parte I)

Gracias al Chino Pacífico me embarqué hacia Devonport. Por supuesto, sin tener idea de con qué me iba a encontrar. Ya esto no hace falta que lo aclare más, no?
Desde el viaje en Ferry el paisaje iba poniéndose cada vez más pintorezco, como pueden ver (aprieten sobre la foto para ver la vista entera):

(Chechu, perdón por el fotomontaje, no es digno, lo sé!)

Y llegué, luego de unos 10 mins de viaje, a la esta parte de la isla (me acabo de dar cuenta que escribí en Paraguayo!).
Una de las cosas que más me gusta cuando voy a un lugar, es adentrarme en los barrios. Con la parte turística todo bien, pero perderme por las calles de la ciudad/pueblo es algo que siento como parte de interiorizarme con el lugar. Devonport no iba a ser la excepción. Lo que encontré fue bastante singular: una arquitectura como de aquellas películas que remiten a la primera guerra mundial, en USA, pogámosle. Construcciones de madera cuidadas en cada detalle...faltaba una viejecita meciéndose para completar el cuadro.










Continuando con las particularidades del asunto: Las calles estaban practicamente desiertas. No sé si sería la hora o qué, pero apenas si pasaban un par de autos. No se escuchaba ningún ruido, ni siquiera vi movimiento dentro de las casas, salvo raras excepciones. Ahí es donde me vino a la cabeza aquellas tardes con la banda, tanto mías como las de Poly. Qué hubiera sido de ellas en ese barrio? Seguramente la armada (que ahí tiene base) nos hubiera enviado un regalito teledirigido directamente al baterista...bue, en mi caso lo hubieramos reemplazado por una caja de ritmos...GRANDE CHOCO!!!!

Cuestión, que así deambulé por las veredas de este pintorezco lugar. Llamó mi atención (entre todas las cosas q mencioné), con un poco de ternura y, a su vez, pena, ver a una nena que había montado su puesto de limonada en la vereda de su casa. Estaba sentada sola, con su jarra y vasos. La miré, le sonreí y seguí camino. Sinceramente no me animé a detenerme. Entre su ingenuidad y mi timidez su venta de limonada habrá sido un absoluto fracaso. Repito, no pasaba NADIE por esas calles.

Miren esto:



TODAS las casas por las que pasé tienen el buzón así (no el mismo modelo, obviamente). Para qué tanto agujero? Bueno, uno es para las cartas y el otro para el diario. Práctico, no?
"NO CIRCULARS" significa que no aceptan panfletos (eso deduje luego de pensar erroneamente en Pipo Mancera y sus Sábados Circulares q, por supuesto, nunca vi pero años mis viejos me quemaron la cabeza nombrando ese show)


3 comentarios:

Martín dijo...

Es como un filtro anti spam... jejeje
Me parece que este es un pais que necesita ruido...golpes.. redoblantazos... cosas asi... no?

Che pelotú: le hubieras comprao a la nena un vaso de lemonade... total, dabas vuelta la esquina y lo tirabas... seguro hay maquinitas que reciclan jugo en cada esquina...jejeje

ah..y otra cosa: la próxima vez que te vayas, no te voy a despedir ni en pedo... no sabés lo que me costó salir del aeropuerto ese del orto... ABRAZOOOOOOOO :)

PD: andá haciendo el relevamiento de bares pa empezar con la gira...

Chaqueño dijo...

RUSOSQUI SOS TODO UN POETA!!! VOS TENES TALENTO CHAVON!!! PONETE A RELATAR EN NZ AVENTURAS, QUERIDO Y NOS LLENAMOS DE ORO!!! DIGO, NOS LLEVAMOS PORQUE YO RECIBO UNA COMETA...JAJJAJA
LEER TU BLOG ES COMO ESTAR AHI..!!! DESDE YA TE DIGO QUERIDO AMIGO QUE LA PROXIMA VEZ QUE TE VAYAS NO ME AGARRAS MAS PA' IR AL AEROPUERTO!!! TODAVIA ESTOY LLOORANDO...!!! BESOS!!!
ROMI DE NOYA!

LVC dijo...

Gracias! gracias por haber estado. Sé q fue un embole pero para mi fue re importante!

Abrazo!!!!