Cuestión que al introducirnos en la ciudad todas las calles principales estaban cortadas y tuvimos que desviarnos para un lado y para el otro...O sea: no sabíamos dónde carajo estábamos.
- Che, cuál es la dirección del hostel? - pregunto como si nada.
- No sé - me dice Nina y ambos volteamos a Ge quien alzó las cejas sorprendido.
Así estábamos, dando vueltas con el auto, pasando por los mismos lugares una y otra vez, ni lugar para estacionar había de la cantidad de gente. Fue entonces que, gracias a mi precaución de anotar el nombre del hostel y al celular con conexión a internet, lo googleé y así pude entrar a la página para rescatar el tel y la dirección. Son esos momentos en los que quiero más a la tecnología. Canchereando por mi logro, les digo:
- Bien, y ahora para dónde?
La respuesta fue obvia...ninguno sabía cómo llegar.
- Ge, el mapa de Wellington?
- Nao tengo el mapa da ciudade. Eu tengo sólo ela rúa.
Somos un desastre. 3 personas viajando 800Km y salimos como si fuéramos a tomar mate a la esquina.
- Bue, tenemos el teléfono, llamemos.
Marco. Y una voz seductora me dice:
- Su saldo es insuficiente para realizar la llamada.
- Otro celular? - pregunto.
- Sí, el mío fijate que debe estar en la cartera - me dice Nina. (Hacía falta aclarar? Si Ge usara cartera estamos complicados con lo q viene...)
Lo agarro...
- Nina, gracias por el gesto, pero si me dieras un celular con batería sería mejor.
Ahí Ge, como He-Man sacando la espada, peló celular y logramos comunicarnos con nuestro destino.
El hostel estaba mejor de lo que esperaba. Si bien para ir al baño tenías que recorrer 2Km y medio, cosa que si estabas de
apuro, no llegabas, el resto estaba, dentro de todo, bien.
Nos produjimos: maquillaje, perfume, talquito en las bolitas y salimos a romper la noche cual Johny Tolengo.
- Qué pasó con Julio que no vino? - preguntó Nina.
- Dijo que como Mika está de vacaciones en Japón y le dejó plata (ya que ella lleva las finanzas en la casa), no se quería gastar toda la que tenía y ahorrar un poco para que no lo cagara a pedos cuando la jefa vuelva.
- Ah, está bien.
Aunque, mientras los 3 estábamos en Welly, Julio tendría un encuentro inesperado del 3er tipo recorriendo las calles hacia su trabajo.
Nos encontramos con Isa, una compañera de facultad de Nina, también Austríaca. Ellas 2 (Nina e Isa) vinieron hacer lo que se llama 'internship', son prácticas o pasantías, usualmente no rentadas o con un sueldo simbólico. Las utilizan muchos estudiantes como casos prácticos de estudios para sus universidades, las cuales suelen tener convenio con ONGs, empresas, u otras universidades alrededor del mundo. Los flacos se vienen 3,4,6 meses, 1 año a estudiar o a laburar en algo relacionado y eso es considerado por la universidad local como 1 o más materias aprobadas.
Yo tenía un flaco Dinamarqués en donde vivo (Morten, del cual hablaré en otros post seguramente), él se vino a hacer 1 semestre a la universidad de Auckland. Lo interesante es q el pibe vive del estudio. No, no trabaja. Más q trabajos de changas de muy poca carga horaria, basicamente consigue becas y subsidios, lo que le permite vivir muy bien, esto incluye: viajar y hacer un semestre pago en Auckland Uni (como les dije, porque AUK Uni no es q sea gratarola), tener una Laptop Mac Pro, cambiar su cámara reflex de fotos digital (que era mejor que la mía y encima tenía un juego de lentes orgásmicos), por otra mejor, llegar acá y comprarse una camioneta (una 4x4), viajar por NZ, salir, etc etc. Repito: es SOLAMENTE estudiante.
Dinamarca es un caso muy interesante del que seguro hablaré más adelante.
Junto a Isa se encontraba Margie, una kiwi amiga de ella. La verdad que la flaca muy macanuda y nos invitó a quedarnos en su casa con su familia el día siguiente. No lo dudamos, a pesar de perder la plata del hostel.
El carnaval no fue nada especial. Sinceramente no soy muy adepto a este tipo de cosas, y tampoco hizo el ruído necesario como para llamarme la atención. Terminamos en una carpa donde pasaban Funk brasilero (para q tengan una idea, es como una lambada electrónica trans). Bailando bailando se cerró la noche con unas apetitosas hamburguesas a las 4am.
La previa
Del frente hacia atrás: Izq: Margie, Isa / Der: Nina, Eu, Gegé

El carnaval

La gente buscando cualquier cosa que le de una buena posición para ver

...Y Ge que no se quedó atrás...

El Funk Brasilero


Al día siguiente juntamos nuestros bártulos y nos fuimos para la casa de Margie. Según sus indicaciones su casa estaba en las afueras de la ciudad, a unos 20Km.... Como no podía ser de otra manera, nos perdimos. Lo bueno de perderse por estas latitudes es que todo camino parece llevar a un paisaje más lindo que el otro.
Al fin llegamos a destino. Nos esperaba un perro muy torpe y simpático, una cama matrimonial para Ge y para mí en una casa muy acojedora.
La hospitalidad de la familia fue realmente impecable, nos malcriaron en todo sentido, dándonos, principalmente, en nuestra fibra sensible: la comida.
Tenían un gato de desmedidas proporciones. No era grande, sino ENOORRRME. Nina, copada con el bicho, lo tenía a upa. Una imagen bastante simpática teniendo en cuenta su metro 58. Yo no sé cómo hacía para respirar con semejante animal encima.
The Cat y la madre de Margie
(Gallego sacate de la cabeza eso de q son parecidas...q tipo hdp!)

The Dog

Torpe sí, boludo no...bien fija tiene la mirada este can...

Durante la cena nos colgamos charlando de la vida y sobre lugares a los cuales podríamos ir. El viejo nos comentaba amablemente diferentes puntos, hasta que le preguntamos por algún recorrido no tan común. Ahí fue que su cara se transformó en seco, como si hubiéramos dicho algo imprudente. Sus gestos se volvieron rígidos, se acomodó hacia atrás en la silla, juntó sus manos y bajó la cabeza pensativo:
- Hay un lugar... - dice fríamente. Hace una pausa, levanta la cabeza y nos mira uno a uno en silencio - no figura en ningún mapa turístico......Está alejado, como a unos 15Km por un pequeño camino sin indicación al otro lado de la colina. Luego hay que seguir a pie un par de horas. Es un pasaje donde la naturaleza permanece virgen, sólo se llega por referencias. Yo estuve una vez, hace mucho tiempo. Fue un día en mi juventud - toma la copa de vino y bebe un sorbo. El pulso le tiembla un poco, como esforzándose en recordar cada detalle de un evento incómodo. Deja la copa, respira profundo y continúa - solía ir a cazar jabalíes con mis amigos, era una tarde como cualquier otra, hasta que la tormenta nos encontró de improviso y yo perdí el rastro de mis compañeros. Quedé en medio del bosque. Parecía que el cielo desplegaba su furia con todas sus fuerzas! - se adelanta y apunta con el índice - Jamás! JAMAS! deben subestimar a la naturaleza, entienden? - los 3 asentimos con la cabeza sincronizadamente sin pesatañar - Mojado, con frío, veo una luz a lo lejos y empiezo a caminar hacia ella. La tormenta no cesaba, al contrario, parecía intensificarse cada vez más. Las gotas se clavaban en mi cara como agujas. Deambulaba casi a ciegas. Los nubarrones negros como la nada misma cubrían el cielo sin dejar rastros de claridad. Caminé y caminé y caminé...sólo veía el destello de esa luz refractada en el denso manto de agua. Un camino se abrió a mi paso, pequeño, muy estrecho, en la ladera de una gran loma. Ascendía por el mismo temiendo resvalar y caer al precipicio cada vez más alto...y más alto.... Para ese entonces ya no tenía alternativas, era demasiado tarde para volver...la luz no se veía, pero sabía que esa era la dirección a seguir, no me pregunten porqué. - vuelve a tomar vino - Entonces, cuando mis piernas flaqueaban y el viento parecía una pared, se alzó magnánima aquella construcción, estaba en presencia del centinela de los mares: Un faro [The lighthouse]
Todos escuchábamos perpléjos la historia. Nina ya no tenía el gato encima suyo, pero seguía haciendo los movimientos como si lo estuviera acariciando. Gegé tenía el tenedor levantado con un pedazo de papa hacía media hora y yo, de tanto tener la boca abierta, había dejado un charco de baba en el piso.
Margie entra al living.
- De que hablan?
- Les estoy contando del faro del fin del mundo - dice el padre.
Ahí nomás levanto la mano enérgico como si estuviera en medio de una clase.
- Sorry, papi, pero ese lo tenemo nosotro en Argentina - golpeo mi pecho 2 veces con el puño cerrado - No verduguié, fiera, eh! - lo señalo - Ponele otro nombre al tuyo que se pudre todo, se pudre........Qué?!
Los 4 me miraban atónitos...
El padre agita la mano en el aire - Bueno, no importa... - y vuelve a su postura inclinándose hacia adelante mirándonos serios - Les comentaba del faro perdido.
- Aaaahhhh! - interviene Margie - Sí, miren, acá tengo un souvenir del lugar con la foto...ven? Piola, no? - Los 3 miembros de la familia con sus cabezas en uno de esos carteles que te reemplazan los cuerpos por dibujos...eran sirenas. Y el padre tenía la cabeza en la más tetona...
Los 3 nos miramos sin entender nada y el viejo se levantó rapidamente con la excusa de ir al baño sin dar tiempo a preguntar nada más.
Al día siguiente Isa, Nina, Ge y yo tomamos la carretera y a unos 25 minutos de la casa encontramos el camino. Era cierto, no podíamos acceder con el auto, pero hasta ahí llegamos sin ningún inconveniente.
Empezamos a caminar. Y caminamos...y....seguimos caminando. No éramos más que nosotros en ese camino que bordeaba la costa de un lado y del otro una loma.
Windy Welly hacía honor a su nombre y soplaba el viento a sus anchas. Yo, aún así, tomé fotos de toda pelotudez que encontraba en el camino.





Pasó la hora y ni noticias del faro. Pero seguíamos marchando.





Pasó la hora y ni noticias del faro. Pero seguíamos marchando.
Seguíamos en camino...
Seguimos el camino ascendente que nos llevaba hacia el faro. Este no tendría el cuadro para sacarse la foto de sirenas, ni sería el último lugar en el mundo, pero valió la pena.
(Click para agrandar)







No va que me doy vuelta y encuentro este lago en el medio...


El viento en la cima era tremendo! Realmente tenía miedo que me arrastrara al borde y me tirara...un poco pelotudo de mi parte, si no la movía a Nina, cómo carajo iba a hacer con los 90Kg de masa muscular bien distribuída de mi atlético cuerpo birrero?
Bien...disfrutamos del faro, pero ahora teníamos una pequeña complicación: la vuelta. No sólo porque habíamos caminado horas para llegar ahí, sino que el viento soplaba en contra. El sol se empezaba a poner y era probable que la noche nos cayera en medio del camino.
- No queda otra, apretemos paso. - dice Isa.
Así, a paso redoblante, empezamos a trazar nuestra vuelta.
150 centímetros caminados con viento en contra llevó a que alzara mi voz:
- No podemos descansar un momento? - digo agitado.
- Amigao, todavía nos quedan varios kilómetros, nao podemos parar.
- No te copás y me llevás a upa, no? Yo prometo que si lo hacés digo que Pelé es mejor que el Diego de ahora en más.
- A mi me gusta Maradona.
- Que te parió!
Así que tuve que levantarme y enfrentar al turbulento viento sin remedio.
Fuese la casualidad, la suerte, o el Diego que movió un par de fichas para cagarlo a Pelé, que aparece una camioneta de la nada.
Ninguno dudó en extender la mano con el pulgar levantado. La camioneta paró.
Un vaqueano de unos ....eh....todos-los-años, con su perro (casi de su misma edad), nos recogió y nos alcanzó hasta la entrada, donde nos aguardaba nuestro tutú.
A la vuelta nos esperaba una BBQ (barbaquiú), porque no le puedo decir asado a la carne a la parrilla cocinada a gas y sin los tradicionales cortes - que me perdone la liga de traductores públicos.
Aparte de las carnes, había ensaladas de todo tipo, y etc etc etc...un festín.


Cucharita mediate con Gegé en la cama matrimonial, nos dormimos placidamente en nuestro último día en Windy Welly.
A la vuelta tomamos un camino alternativo que nos indicó el viejo de Margie y nos encontramos con este paisaje:

Aparte de las carnes, había ensaladas de todo tipo, y etc etc etc...un festín.
Cucharita mediate con Gegé en la cama matrimonial, nos dormimos placidamente en nuestro último día en Windy Welly.
A la vuelta tomamos un camino alternativo que nos indicó el viejo de Margie y nos encontramos con este paisaje:

Caminando el lunes siguiente por Queen Street veo pasar un concentrado ciclista con cara conocida.
- Julio! - este para y viene a mi encuentro.
- Qué hacés, pariente!? Cómo les fue en Wellingon?
- Impecable, nos cagamos de la risa...pero, decime, y esta bici?
- Te gusta?! Me la compré este fin de semana. Estaba camino al trabajo y la vi en la vidriera. Me tenté. Está buena, no? - me dice orgulloso.
- Qué bueno, che! Te felicito!....me imagino lo contenta que se puso Mika cuando le contaste. - su novia seguía en Japón.
- Eh....bueno...no.....ella no sabe nada.
- Cómo que no?
- Y no...me gasté casi toda la plata que me dejó, así que cuando venga se llevará la sorpresa...
- jejeje seguro que se la va a llevar...cualquier cosa, ya sabés, se te arma la rosca y te traés la bolsa de dormir a casa...jeje
- Gracias, pariente, lo voy a tener en cuenta.
1 comentario:
Brillante!!!, lo tuyo son los videoblogs!!!
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