lunes, 8 de junio de 2009

Los palitos chinos

Comer con palitos siempre fue una aventura, principalmente para que los pedazos de comida siguieran la trayectoria estipulada hacia mi boca y no vinieran a parar a mi buzo, pantalón, remera, suelo o escapara de mis garras para refugiarse en el, de nuevo, buzo, pantalón, remera, de la persona a mi lado.

Veía a estos chinos que le daban al arroz sin pestañar, charlando de la vida, zamarreando los palillos de acá para allá, y hasta con la habilidad de sacarse los pelos de la nariz. Un arte, definitivamente.

La excusa de "vinieron fallados" ya no me la creía nadie, y los calambres ocasionados por las extrañas contorsiones de mis dedos enredados en dichas varas orientales no sólo eran delatados por mis manos, sino por mi cara de sufrimiento en distintas tonalidades del rojo/bordó.

Pero todo tiene su fin, esos putos palitos no me iban a ganar! Así fue que en la casa de Ryoma, amigo ponja de Julio, vi la oportunidad de aprender de los que saben.

- Disculpen...tengo un problemita con los palitos estos.

La mirada de Ryoma, Mika lo decían todo. Sin pronunciar palabra, trataban de entender porqué los palitos lograban semejante forma, cosa que bastó para recibir inmediata ayuda.

Julio? No, ese traidor le estaba dando sin parar a la comida que había preparado Ryoma. Me podía estar atragantando que el flaco no despegaba la cabeza del plato comiendo como refugiado somalí.

Entonces Mika, muy pacientemente, como el profesor Jirafales a Quico, me explicó como tomar los palillos correctamente.

Los japoneses tienen una manera muy cordial de hacer que entiendas:

- Si no te sale, vas a tener que practicar el Harakiri. - me dijo Mika con su voz suave.

Silencio mediante y líquido caliente corriendo entre mis piernas, no me quedó otra que practicar hasta que me saliera.

Pero era más fácil de lo q pensaba, bien explicada la cosa y con la presión necesaria en el tubo de salida posterior del hemisferio sur del cuerpo (alias ojete), uno la caza de toque.

Ahora, experto en palillos, mi maestría llega a poder tomar un arroz, sí sí, como leés, un arroz...ja! Tomá mate! (con palillos si sos guapo!)


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