A 2 meses, primer paso.

Parado en Como Steet, a 12 pisos de distancia, me acordé del aeropuerto...Mientras esperaba, una vez que había cruzado la línea de embarque, ahí estaba yo, solo, frente a una mina que compartía mis ojos irritados. Quería decirle algo como para romper el hielo y compartir con alguien que parecía padecer lo mismo que yo…pero no pude. Trataba de entender lo que me pasaba, pero fue bastante en vano. Una puerta, sólo una puerta, me separaba de estar lleno con la gente querida a pasar a estar completamente solo, rodeado de extraños. en un frío pasillo tenuemente iluminado, sentado en el piso de goma. La incertidumbre era algo que se mezclaba con todo el resto de sensaciones, tan intensas todas, que era imposible diferenciar alguna: 

- Qué sentís?

- No sé.

Así de simple hubiera sido mi respuesta. Así de sincera.

Al llegar a NZ, mientras recorría cada lugar mi pensamiento siempre fue el mismo: “Cómo me gustaría que estuvieran acá”. Entonces sacaba fotos, imaginaba, a fin de transmitirles y sentirlos cerca.

Por otro lado, es algo que dije a más de uno: No vine a NZ a criticar lo que Argentina no es, sino a aprender lo que Argentina podría ser. Pero dejemos de lado un rato mi euforia idealista.

Ciertos momentos se hicieron chotos, no lo voy a negar. Vagar por la geografía neozelandesa fue muy gratificante, pero en los momentos que frenaba la distancia se sentaba frente mío mirándome bastante seria, desafiante:

- Y ahora qué? – me preguntaba

Ni la más puta idea…

El laburo que no aparecía, que no encontraba Flat, que la comida no es la misma, que el idioma se atascaba entre el cerebro y la campanilla, que la gente con la que había pegado onda siguió viaje o se volvió a su país...Y yo no estaba de vacaciones. No había venido a eso. Pero a qué, entonces?...

Entonces, como todas las cosas por las que uno pelea, se fue sucediendo la vida...que a través de aquel brasuca con el que había hablado solamente la última hora de vuelo, conocí más gente, que empecé a salir…Que, poco a poco, tener más actividades sociales me ponía pilas. Y em medio de todo eso me contacté con un tipo, al cual ya le había mandado un mail desde Argentina y había obtenido una respuesta positiva. Y así fui a una entrevista con el mismo, y tiempo después, me mandó a hacer una prueba. Y así, tiempo después, es como estoy parado en Como Steet, a 12 pisos de distancia de la oficina de Bio Star, una compañía que desarrolla videojuegos, en mi mano un sobre y en el sobre todo el papeleo para presentar a migraciones, junto con un contrato de 2 años para trabajar como artista 3D…

Gracias a todos por estar…y ni se les ocurra irse, eh! Que este recién es el primer paso…