Una compañía o empresa son instituciones con fin de lucro. Estas entonces, tiene un único fin: lucrar. El lucrar deviene de obtener los costos más bajos posibles adicionando a estos, un margen de ganancia. Este margen será el lucro. Si una empresa/compañía no logra obtener ganancias, digamos que su fin no es cumplido, entonces, no funciona.
Esto es un ABC para todos nosotros, nadie que lea esto está descubriendo nada. Y, por el contrario, a lo largo de este artículo tampoco va a descubrir nada. Pero, como siempre, no está demás jugar con lo que ya sabemos y refrescar la memoria.
Yo no estoy en contra del lucro o de las compañías ni nada que se le parezca. Pero hay que entender que hay ciertos derechos que deben ser garantizados en una sociedad organizada bajo el nombre de República. Estos derechos son: Salud, Educación, Seguridad.
El afán de privatización que copó los titulares en los ’90, que vino de la mano de supuestos avances en servicio y tecnología, apoyado por grandes campañas y una sociedad manipulada, tuvo las consecuencias que hoy podemos apreciar y que no entran en discusión en este artículo. Lo que vamos a hacer es analizar un poco esta problemática del Privado vs el Estatal.
Mientras el gran mito de lo Estatal circunda alrededor de adjetivos como corrupto, “trucho”, “devenido a menos”, “carente de calidad en servicio e infraestructura”, etc. El Privado se para sobre bases como “vanguardista”, “calidad de servicio”, “profesionalismo”, etc. Lo que no estamos mirando son 2 cosas: Por un lado, que el sistema estatal puede ser todo lo que el Privado es, pero no viceversa, y, por otra parte, que el sistema Privado discrimina, no así el Estatal.
Hace ya tiempo, desde que tengo uso de razón, al menos, que el sistema de salud vino mitificándose como un sistema “como debe ser” de la mano de lo privado. Clínica vs Hospital fue la discordia de siempre. “No te vayas a atender a un hospital que son un desastre!” algo que retumbó en nuestras cabezas desde el vamos. Pero alguien se preguntó porqué son así los hospitales?
Hagamos una pausa y continuemos con la descripción del sistema privado. Las clínicas, entonces, presentaban (y presentan) esa alternativa al mediocre sistema de salud estatal. Ofrece mejores instalaciones, mejor atención al cliente, mejores profesionales…perdón, dije mejores profesionales? Creo que acá me jugó mal el marketing clínico que vengo masticando desde chico. Acaso grandes médicos no tienen también su trabajo en hospitales? Si es el mismo médico que atiende en un hospital y en una clínica, qué diferencia hay entonces? Ninguna.
Toda institución necesita dinero para ser mantenida. Gobierno tras Gobierno fue debilitando el flujo de dinero hacia las instituciones de salud y educación dando lugar al deterioro de las mismas. Por otra parte, un sistema perfectamente calculado, un negocio millonario entra en juego: Las obras sociales y/o pre-pagas.
Estas Obras Sociales no son más que Empresas/Compañías. Y cuál era el fin de una compañía? …muy bien, no estamos tan mal de la cabeza.
Si tenemos una política inflacionaria, y dentro de las alternativas de Salud domina el sector privado, esto qué significa? Que, por supuesto, van a cobrar lo que consideren necesario a fin de conseguir el lucro esperado. Esto, por ende, ata al individuo bajo el sistema de trabajo cada vez más forzado. Si el índice de empleo es bajo, y el costo de vida es alto (y en aumento), el ciudadano se ve forzado a preservar su trabajo a toda costa. Por otra parte, a realizar una cada vez más creciente cantidad de horas por temor a perder el empleo y para obtener mayor sueldo, el cual, va ir directamente a alimentar al sector privado. Una cabeza de familia está, por decirlo en criollo, “agarrado de las pelotas” para lograr que sus hijos tengan salud y educación (entre otras cosas), “como la gente”. Si entendemos que una salud y educación digna sólo se relaciona con mandarlos a instituciones privadas…y….estamos jodidos.
Este es un círculo vicioso que venimos alimentando hace tiempo y del cual cada vez estamos más presos.
Esto viene a colación de un artículo que salió hoy en Clarín hoy y del que voy a citar ciertos párrafos para analizar el mensaje detrás el discurso. Cito:
Link de la nota completa: http://www.clarin.com/diario/2010/04/25/um/m-02187624.htm
Título: Lautaro: El drama de vivir enfermo y fuera del sistema
“La mitad de los argentinos no tiene obra social ni prepaga. ¿Quién los cuida cuando los hospitales no dan abasto? La historia de un chico de 5 años desnuda las falencias de un sistema que discrimina y maltrata a los que menos tienen.”
En el título ya dejamos ver el “fuera del sistema”, esto a mí, como a todos nosotros, en seguida pensamos “claro, no tienen acceso a obra social”, algo que podemos leer de inmediato en el copete del artículo. Pero ese es un GRAN error al que nos vemos domesticados, el Sistema no es (o no debería) ser el que deviene de las Obras Sociales o Pre-Pagas, el Sistema de Salud debería ser accesible para TODOS, Universal. Repito, ES un DERECHO.
Países como Dinamarca y Austria, países que todos nosotros llamamos “de primer mundo”, cuentan con un sistema estatal donde cualquier hijo del vecino se va a atender al mismo lugar sea Panadero, Ingeniero o Rockefeller.
Continúo:
“20 millones son los argentinos que no tienen ninguna cobertura de salud.”
Acaso, me pregunto, un Hospital no es de libre acceso y para todo Argentino? Esto no denota que, entonces, TODO argentino está cubierto sanitariamente? Claro, esto no es lo que se lee. Lo que leemos es que estar al margen es no contar con obra social, estar excluído. Contar con obra social/pre-paga está BIEN. El discurso se da vuelta e incorporamos el BIEN, el NORMAL, como un sistema privado.
“78.000 camas tienen los hospitales públicos de todo el país, repartidas en 6.678 instituciones asistenciales. El prestigio de esos hospitales es tan alto como insuficiente su dimensión.”
De nuevo, habla del deficiente sistema estatal. Por ende, y con razón, vamos a tender a asociar “malo” con estatal. No es que seamos tarados, es que es lo que se ve o nos muestran todo el tiempo. Pero para entender y luego poder cambiar, es necesario que analicemos. Y cuando nos hablan de estatal enseguida pensamos en burocracia, lentitud, incapacidad de acción…deviene un sentimiento de impotencia en nosotros.
“El 31 de marzo, el juez Alejandro Ríos intimó a la Provincia de Santa Fe a hacerse cargo de todos los gastos de Lautaro. Pero ya pasaron 25 días y todavía no llegó la respuesta. Ante la consulta de Clarín, el vocero del ministerio de Salud de la Provincia, Juan Manuel Mateo, indicó que se estaba ocupando del tema la Fiscalía de Estado de Santa Fe.”
Otro de los innumerables ejemplos de corrupción y burocracia que nos vimos, nos vemos y nos veremos envueltos los argentinos.
Todos estos factores hacen que el individuo tienda a idealizar los diferentes sistemas. Lo que desde siempre supo hacer el sector privado es venderse como lo mejor. Siempre va a ser lo mejor en su discurso, y tiene los mejores especialistas para hacérnoslo creer. Más aún, si cuenta con la ayuda de los gobiernos que deterioran cada vez más el sector estatal.
Pero mientras nos enseñaron desde siempre un “sálvense quien pueda”, los argentinos entonces optamos…optamos? Pongámosle que sí, que optemos por diferentes alternativas sin darnos cuenta de que entramos en un círculo peligrosamente vicioso. Nos cuidamos la quintita de cada uno y como tenemos acceso a esas “alternativas” no nos ponemos a analizar las consecuencias.
Si hacemos la cuenta matemática simple de lo que se aporta en promedio a las obras sociales y pre-pagas, inclusive teniendo en cuenta que vienen de aumento en aumento, nos va a dar como resultado un lucro millonario. No más que un comercio. Es por eso que nos vemos cada vez más presos. Con la mitad de lo que se aporta a ese millonario negocio podrían tenerse instituciones dignas y profesionales bien pagos. Sí, la mitad. Por ende, tu costo de vida se reduciría. Y así, tu necesidad de trabajar innumerables horas.
Al fomentar directa o indirectamente la educación y salud privada, se genera discriminación, una discriminación que abre tremendas brechas sociales. El hombre va a siempre intentar sobrevivir, pero según sus recursos van a estar dadas sus acciones. Los recursos no sólo son económicos, no nos confundamos, los principales son los mentales y emocionales. El recurso mental y emocional está dado por la educación. Es lo que te diferencia a vos de un “negro con 20 hijos”. Es la SUERTE (ni más ni menos) de haber nacido en una familia que permitiese brindarte la educación mínima para forjarte como un individuo digno y darte la oportunidad de desarrollarte. Pero esa SUERTE podría estar de la mano de más y más personas y, entonces, achicar esa brecha social que concluiría en menor violencia, caos, inseguridad y, por ende, mejor calidad de vida para vos y los tuyos.
Lo que el gobierno no nos brinda el pueblo debe obtener por su cuenta. Manifestarse ante una pared no es más que pérdida de tiempo y energía. Esa misma cantidad de gente organizada puede solucionar cualquier inconveniente. La clave está en la organización. El Gobierno es un grupo organizado, el pueblo no. Por eso siempre van a hacer lo que quieran con nosotros. Pensemos antes de darle la espalda al sistema estatal. Pensemos en cuánto nos sale la educación y salud de nuestros hijos cuando debería ser algo que tengamos como derecho al esfuerzo que hacemos todos los días y que no es una cosa de otro mundo, pasa en otros países y funcional. No, no me vengas con el pesimismo de “y bue, pero no es Argentina”, porque Argentina tiene la capacidad de tener los mismos privilegios. Y pensemos, entonces, que si nos organizamos vamos a tener la sociedad que queremos tener.
domingo, 25 de abril de 2010
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